Objeto hallado en el Cofre de los Recuerdos Perdidos

"No todo puede ser olvidado.
Algunas voces, aunque se intente silenciarlas, arden más fuerte con el tiempo."

Durante siglos, el Olvido intentó devorar los últimos pensamientos de Jing Xiuying — la primera bibliotecaria del mundo antiguo, sacrificada para proteger la memoria del mundo.
Su sacrificio dio origen al legendario Libro del Dragón, que el Olvido jamás pudo corromper.

Frustrado, el Olvido persiguió durante eras el eco de su susurro final.

Pero cuanto más trataba de borrarlo… más se aferraba a la existencia.
Hasta que un día, ese susurro se condensó en un objeto simple y humilde: una vela de cera blanca, que ardía con una llama etérea que no consumía su cuerpo.

Por azar, o por destino, un viajero olvidado halló la vela en un mercado perdido en el corazón de China.

Su luz temblaba de un modo extraño… y al encenderla, una antigua melodía energía, acompañada de un susurro que erizaba el alma.

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"Si escuchas mi voz… es porque aún queda luz en ti."

"Yo fui testigo de eras doradas… y de noches interminables.
Vi imperios nacer de la belleza… y caer por la avaricia.

Vi al hombre mirar las estrellas… soñando con cielos lejanos,
mientras olvidaba cuidar la tierra bajo sus pies
y las manos que le rodeaban."

"El saber que custodié… no era un tesoro. Era un espejo.
Pero en sus páginas… la humanidad parecía no querer mirarse.
No podía recordar sus errores, ni sanar sus heridas.
Sus gestos de compasión y perdón… no reflejaban ya las enseñanzas
que el dolor había sembrado en su historia.
Y los horrores se repetían… una y otra vez."

"Las lágrimas parecían girar en un círculo infinito…
Una madre más, despidiendo a su hijo…
antes de que alzara un arma en sus manos,
para luchar contra el hijo de otra madre.
Y así, generación tras generación…
como si no quisiéramos aprender."

"Mientras el Olvido se acercaba a mí… lo vi.
Vi el futuro en los ojos de un niño que perseguía una mariposa.
Tan inocente… tan libre.
Y entendí que el futuro, el amor, la esperanza…
necesitaban de la memoria.
Porque sin ella… estamos condenados a olvidar quiénes somos."

"El conocimiento más valioso no se encuentra en riquezas,
ni en imperios gigantescos…
ni mucho menos en los secretos del firmamento.
Está en el humilde arte de conocerse…
de respetarse…
de perdonarse unos a otros."

"Cuando el día llegó en que el Olvido y el hambre de poder se alzaron…
no dudé.
No era un sacrificio.
Era un acto de fe."

"Fe en que algún día, escucharían este susurro…
y entenderían que el conocimiento no es poder:
es responsabilidad.
Que el saber sin humanidad, es vacío.
Que la paz no se construye en las estrellas…
sino entre las manos que tenemos hoy."

"Si esta llama arde ante ti…
es porque aún queda esperanza.
Recuerda. Aprende. Ama.
No repitas las sombras que yo vi danzar.
Haz que este susurro… no sea en vano."

"Yo soy Jing Xiuying.
Aún custodio el recuerdo.

Aún creo en ustedes."